Maria Chappuis

Analisis y Comentarios

Conga: aciertos y errores

Los antimineros de Cajamarca exhibieron su debilidad cuando en la reunión de lunes pasado, luego de más de diez horas de inútiles debates, tuvieron que postergar un mes la anunciada y largamente preparada huelga contra el proyecto minero Conga.

En efecto, Wilfredo Saavedra había notificado con mucha anticipación que la medida de fuerza empezaría el lunes 30 de abril. Ahora ha quedado aplazada hasta el jueves 31 de mayo.

Por qué caen

Varios factores han intervenido para este resultado. El primero, que el gobierno ha aprendido de algunos de sus errores y ha hecho un intenso trabajo en los últimos meses. El ministro de Vivienda, René Cornejo, se ha reunido con alcaldes y comunidades, proyectando un amplio programa de obras, que van desde la enorme represa de Chonta a pequeñas construcciones en caseríos.

En segundo lugar, se enviaron con anticipación a centenares de policías y militares, lo que ha servido para disuadir a los revoltosos y posibilitado que los que discrepan de los antimineros se sientan protegidos y puedan expresarse públicamente.

En tercer lugar, han empezado a surgir críticos al presidente regional y a los líderes antimineros. Estos tenían el monopolio de la palabra y la opinión hasta hace pocos meses. Ahora algunos antiguos dirigentes que ocuparon cargos públicos, manifiestan en voz alta sus críticas al presidente regional y los cabecillas antimineros.

En cuarto lugar, los cajamarquinos han sentido el golpe de la suspensión de las actividades de Conga. Siete mil trabajadores perdieron sus empleos y 50 contratistas locales vieron interrumpidos sus servicios. Eso, por supuesto, repercutió de inmediato en el comercio y otras actividades.

Por último, la agitación y la tensión no pueden mantenerse permanentemente. La gente, aún la que simpatiza con los antimineros, se cansa y no está dispuesta a seguir indefinidamente “en pie de lucha”.

Síntomas de debilidad

Las huelgas y movilizaciones que se realizaron previas a la publicación del peritaje fueron un fracaso. El paro del 11 de abril convocó a unos pocos miles de manifestantes en tres provincias, que no pudieron ni bloquear carreteras ni impedir que la ciudad de Cajamarca funcionara.

Las movilizaciones del 9 y 13 de abril reunieron a unos centenares de activistas y nada más.

Por eso, al constatar su debilidad, los antimineros pospusieron su huelga un mes.

A pesar de estos evidentes síntomas de flaqueza, el gobierno se equivocó totalmente en su evaluación, sobrevalorando desmesuradamente la fuerza de los antimineros. En este punto no han aprendido nada de los sucesos del año pasado: cuando la huelga terminó el 5 de diciembre, el gobierno se quedó paralizado y no aprovechó para avanzar.

Malogran lo adelantado

Esta vez repitieron el error y el presidente Ollanta Humala les hizo concesiones absurdas, innecesarias y fuera de lugar en su mensaje del 17 de abril.

El gobierno trata a los cabecillas antimineros como si fueran personas realmente preocupadas por el medio ambiente, cuando en realidad son políticos izquierdistas opuestos a la inversión privada, sobre todo extranjera, y que toman a Conga como un trampolín para proyectarse a la escena nacional, pensando ya en las elecciones de 2016.

Por eso todas las concesiones que ha hecho el gobierno desde el año pasado son contraproducentes e inútiles: paralizar el trabajo de construcción, realizar un peritaje a un EIA ya aprobado y luego poner condiciones ilegales a la empresa para la reanudación. Ademanes y reverencias inservibles, porque a los cabecillas antimineros les importa un comino el impacto ambiental y han revelado sus intenciones claramente desde el principio: no quieren a Conga ni a ninguna empresa minera formal en Cajamarca.

Como muy bien precisó El Comercio en un editorial: “Lo que en los hechos el presidente hizo el viernes pasado fue legislar unilateralmente para modificar la ley existente, agregándole párrafos enteros y creando así una nueva ley que, por si esto fuera poco, tiene nombre propio (las órdenes dadas se aplican solo a Conga) y efecto retroactivo (…). Es decir, hemos presenciado una violación masiva de la Constitución”. (“Congreso de a uno”, 25.4.12).

Probablemente lo que motiva al gobierno a actuar tan desacertadamente es su obsesión por perpetuarse en el poder por medio de la elección de Nadine Heredia el 2016. Creen que haciendo este tipo de gestos van a evitar caer en las encuestas.

El resultado es que se arriesgan a que la empresa no acepte las nuevas condiciones, les dan un respiro a los decaídos antimineros y espantan a los inversionistas que están mirando con atención lo que ocurre con Conga.

Fuente: larepublica.pe

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